La sedación consciente en odontología
Muchas personas, tanto adultos como niños, sufren estrés o verdadera ansiedad cuando visitan al dentista. Tanto es así, que incluso pueden llegar a evadir acudir a sus revisiones y citas, para evitar el trago amargo que pasan cada vez que cruzan la puerta de una clínica dental.

Hoy día, acudir al dentista no es una experiencia traumática como ocurría hasta hace pocas décadas, pero todavía es frecuente encontrar casos como los anteriores que pueden solventarse gracias a técnicas como la sedación consciente, logrando eliminar esa barrera y que la experiencia sea totalmente positiva.
Un proceso sencillo y efectivo
La sedación consciente puede ser por vía venosa o por inhalación. Este último caso utiliza una mascarilla que ocupa la nariz y la boca para que el paciente inspire una combinación de oxígeno y óxido nitroso. Al respirarlo continuadamente se produce una relajación y confort absolutos que permiten recibir el tratamiento sin ningún estrés, ansiedad o irritación, además de eliminar el dolor, pues se combina con una anestesia local. La gran ventaja es que el paciente está consciente en todo momento y mantiene todas sus facultades (esto es especialmente importante en algunos tratamientos en los que se requiere la participación del paciente).

El procedimiento de la sedación consciente (inhalatoria) es muy rápido y seguro, consigue mejorar la experiencia de los pacientes y logra quitar ese "miedo" a la hora de acudir al dentista o recibir ciertos tratamientos. Además, cuenta con la ventaja de una recuperación muy rápida que se realiza en la propia clínica; realizada por el personal de la clínica, siguiendo los estándares de calidad y los procedimientos correspondientes.
Se recomienda para todo tipo de tratamientos dentales, pero quizás los casos en los que más se suele emplear sean aquellos relacionados con extracciones complicadas, implantes o elevaciones de seno facial. Y, como comentábamos al inicio, son adecuados tanto para niños como para adultos.
Como su propio nombre indica, este tipo de sedación permite que la persona sedada se mantenga consciente durante todo el tiempo que dura el procedimiento dental. Sin embargo, estará relajada, tendrá sensación de bienestar y evitará la preocupación que le causa el tratamiento.
